Identidad gerencial: el arte de ser diferentes


En la actualidad, ciertas cualidades resaltan sobre otras características con las que pudiera pretenderse definir nuestro mundo; cualidades extremas que condicionan el ejercicio de la vida en sí misma y que obligan a adoptar una postura responsable ante los profundos dilemas y contradicciones en las que la sociedad se encuentra atrapada. Tales cualidades definitorias no son otras que la complejidad, la incertidumbre y la violencia, las cuales también son representativas de lo que ocurre en el ambiente gerencial; constituyendo una camisa de fuerza para la innovación y el logro de los más altos objetivos empresariales.

Las organizaciones requieren un estilo gerencial que estreche su contacto con la realidad y que responda a las aceleradas transformaciones culturales que se están dando en el seno de la sociedad. Esta necesidad de adaptación demanda una nueva forma de pensar y actuar, amparada en la autonomía y la responsabilidad de todos los miembros de la organización y no solamente de sus gerentes; en otras palabras, la gerencia necesita algo que las defina culturalmente y que les proporcione el sustento de sus actuaciones.
El aparato gerencial sumido en la complejidad, la incertidumbre y la violencia, necesita responder a los grandes retos de la nueva gerencia, y para ello tres dimensiones deben considerarse: 1) el propósito de la información y del conocimiento; 2) el significado otorgado a la gente, y 3) la forma como se toman las decisiones.
En la conjunción de estos tres elementos se encuentra el ADN de la identidad gerencial, en otras palabras, la genética de una nueva forma de gestionar la complejidad y la incertidumbre, al tiempo que se reduce la violencia, tanto implícita como explícita, que padecen las organizaciones.
Estas ideas constituyeron el argumento central de la ponencia titulada: Construcción de la identidad gerencial: el arte de ser diferentes presentada en el Primer Congreso de Alta Gerencia en el Caribe (Curaçao, Diciembre 2010)